30.7.06

31 de Julio de 2006

“En Alta Austria encuentro mis composiciones por doquier, especialmente en los monasterios de Florian y Kremsmünster, donde con la ayuda de un buen pianista ejecuté con éxito mis variaciones para cuatro manos y marchas. Especialmente gustaron las variaciones de mi nueva sonata a dos manos*, que ejecuté solo y no sin éxito, dado que algunos me aseguraron que hacía cantar a las teclas bajo mis manos, que parecían voces humanas, lo cual, si es cierto, me alegra mucho. Porque no soporto el maldito aporreo de las teclas, que también es común en los excelentes pianistas, pues no es agradable para el oído ni para el espíritu.”

Carta a sus padres, Julio de 1825

* se refiere a la sonata en la menor D845