4 de Junio de 2007

Viena, 4 de Junio de 1826

Mi enfermedad es incurable.
Lo supe mientras trabajaba en la sinfonía en Si menor. Aún antes que Rinna o ninguno de los otros médicos me hubiese examinado. Avancé desesperadamente sobre el scherzo, abandonando, extrañamente y por momentos, mi desazón.
Después me dijeron lo que ya sabía.

Pero ahora la veo, querida condesa, y no hago otra cosa que ilusionarme. Los amigos Moritz y Anselm me advierten del error, pero no por mi inexorable destino, sino por otras cuestiones más prácticas (...)

Ahora veo que mi melodía más lograda es el sustento de un poema que no la ilustra. Y veo un nuevo destino para esa música que me enorgullece. Hay un mundo por descubrir.
Entre el violín y el piano se entreteje mi llamado.
Un músico pobre, una Estherazy... y la realidad, una sinfonía que no me atrevo a terminar (...)

Franz Schubert. (Diario personal 4/6/1826)

En el texto se refiere a la sinfonía en Si menor D759 (Inconclusa), al lied Sei mir gegrüsst D741, y a la futura Fantasía para violín y piano D934