18.12.06

18 de Diciembre de 2006

Invierno en Gmunden,
verano en Buenos Aires.

Te presiento, te disfruto.
Me sorprende el no conocerte,
el no haberte visto nunca.
Pasó la primavera ruidosamente.
Y dejó más desdichas que ilusiones.
Perdí para siempre el deseo de hacerme a la mar.

Es el río de tierra adentro el que ahora me llama.
El río y las cuchillas, la humedad persistente,
la extraña selva luminosa, los peces de dientes romos.
Me río con tu murmullo no planificado,
con la exhuberante franqueza de tus meandros,
con tu piel de cobre y de barro,
con tu brazada valiente y tu constante discurrir.
Me adorna tu elevada generosidad,
la gruesa cordura de tu carne,
tu auténtica permanencia en el mundo de los vivos.
Me baño en tus aguas, entre ríos, entre plantas salvajes.
Me veo reflejado en el espejo de tu cara,
soy tu nuevo habitante.
Me recibes y me tienes en tus manos.

Buenos Aires - Entre Ríos
10 de Diciembre de 2006