2.9.09

15 de Julio de 2009

"Nada más parecido a un hijo que el pequeño Franz.
Y Viola, tan blanca y delicada, es también como una hija.
Los veo rogar con la mirada, suplicando una parcela de atención.
Y sólo sonrien cuando toco al piano alguna melodía,
o cuando adivinan sin verla la presencia de la madre"

Steyr, 1824