1.3.07

28 de Febrero de 2007

"Hay un espejo de agua en cada palabra;
un discurrir serpenteante en cada frase.
Te admiro, poeta, cuando burlas el pálido destino de las letras
e imaginas un mundo colorido,
y resuelves el mármol en esencias y ornamentos"

Gmunden, 1825


Y cuando la voz del piano y el alma del cantante
profundizan la mirada del poeta,
veo tu mano, maestro, detrás de tu increible humanidad

Buenos Aires, 1999